En la última reforma que hicimos en nuestra casa, hace tres años, nos quedó pendiente la entrada. Teníamos un pérgola de esas de quita y pon, donde mi marido guardaba la moto, que en los últimos tiempos ya se desmoronaba.
Hace unos quince días le echamos el diente, quitamos el impresentable "kiosko" y lo sustituimos por una pérgola de aluminio blanco y policarbonato, que se instaló en un par de días.
Como en otras muchas ocasiones me basé en una tela, esta vez en la de los cojines de nenúfares, violeta, verde y blanca, para dar rienda suelta a mi imaginación y en un plis -plas monté este tinglado. Un par de mis pinturas salieron al exterior y encajaron bien.
Hay rincones de la casa en los que la energía es la adecuada. Todos los perros que hemos tenido buscaban el de la esquina para echarse y elegían bien, tiene un "algo" que relaja. Ya lo hemos comprobado, el lugar nos atrae de día y de noche.
4 comentarios:
Yo quiero una casa así. Que envidia me das.
Queda precioso de día y de noche.
Besotes
Qué entrada más bonita y acogedora!
Dan ganas de quedarse ahí todo el tiempo.
besos
¡Qué belleza Oli! Ha quedado espectacular. Yo también me apunto a ese rinconcito. Besos enormes.
Qué rincón tan acogedor Oli, has sabido darle el toque intimista y de verdadero hogar con esos colores tan cálidos, las telas, las plantas y sobre todo, tus cuadros que han quedado perfectamente integrados, te felicito. Besitossss!!
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