En estos tiempos en los que algunos han vuelto a descubrir la importancia que tiene el reciclaje, te ofrezco la transformación de una cuna, ésa que no sabes dónde guardar, en un primer escritorio para los críos. Tiene la ventaja añadida de que la base del colchón, con una madera encima pintada de pizarra, se convierte en el lugar ideal para desarrollar su imaginación sin destrozar tus paredes.
1 comentario:
Oli, la cuna de Ricardo era cuna-escritorio. Cuando la compré ya tenía esa doble finalidad. No creas que se me ocurrió a mí, ya sabes que soy un desastre para esas cosas.
La utilizó como escritorio más años que como cuna. Esa doble utilidad hace que sea rentable comprar una buena cuna. Genial tu entrada.
Besos.
Publicar un comentario